Las crucíferas o brassicae son una de las grandes familias botánicas de hortalizas. Son verduras de esta familia todas las coles, la col kale, el brócoli, la coliflor, la col china, la col de Bruselas, y también el rábano, el colirrábano, el nabo y la mostaza.
Hay características comunes que comparten y que conviene conocer para el diseño y la gestión del huerto familiar. Otras características comunes sirven para identificar otras plantas de la misma familia que no sean hortalizas y que crezcan en el huerto o cerca de él. Fomentar su presencia puede contribuir a disminuir el efecto de plagas como la oruga de la col, al tiempo que aumenta la biodiversidad donde cultivamos.
Características botánicas
Las crucíferas tienen una flor con cuatro pétalos, que parecen partidos en dos. Esto da a los pétalos una forma característica de cruz de la cual toma su nombre toda la familia botánica.
Múltiples verduras en la misma especie
Las hortalizas de la familia de las crucíferas son en realidad pocas especies pero con múltiples variedades que se han ido seleccionando a lo largo de siglos según el lugar.
Brassica oleracea
La col se cultiva en realidad en diversas variedades que se consideran verduras distintas: col repollo, berza, col rizada, col de Bruselas, colirrábano (o colinabo), brócoli o coliflor son todas la misma especie.
Brassica rapa
Con el nabo sucede lo mismo que con la col. Además de la gran variedad de nabos que existen, la col china y el bok choy son también la misma especie.
Exigencias de riego
Todas las crucíferas comparten la necesidad de riego regular y frecuente.
Exigencias de abono
Las distintas verduras crucíferas tienen distintas necesidades en cuanto a abono, pero comparten la intolerancia a la materia orgánica poco descompuesta. Si vas a aportar compost debes asegurarte de que se trata de compost bien maduro. El humus de lombriz siempre resultará beneficioso.
Las crucíferas en general agradecen una buena planificación de la rotación de cultivos.
Clima
Las crucíferas son propias de climas fríos y resisten las congelaciones. Los microclimas fríos o los huertos con heladas persistentes no constituyen un problema.
Suelos preferidos
Las crucíferas crecen mejor en suelos de PH básico, por esta razón los suelos calcáreos se les dan muy bien. Puede ser que en tu caso convenga encalar con carbonato cálcico (CaCO3) para asegurarte de que el suelo sea óptimo.
La excepción es la mostaza, que prefiere suelos ácidos, pero puede crecer bien en los que tienen un PH ligeramente alcalino.
Asociaciones de las crucíferas
Las crucíferas se asocian bien con lechugas, apio, y guisante.